No cabe duda del papel estratégico que juegan las fuentes energéticas para una industria o un hogar. Quién más o quién menos mira con recelo las facturas y busca el modo de poder reducir el gasto e incluso la dependencia de los proveedores.
Podemos imaginarnos, entonces, lo preocupante que debe ser el coste y la dependencia energética a nivel de todo el país, aunque no en todos los países, claro está.
El nuestro no es la excepción que confirme ninguna regla. España, potencialmente uno de los mejores países en cuanto a aplicaciones y desarrollos en tecnologías limpias, queda en ridículo ante los demás países (y no sólo ante los conocidos como desarrollados).
Esta semana leía la noticia de la aplicación de E.ON para la generación de hidrógeno partiendo de fuentes renovables y su aprovechamiento junto al gas natural. La tecnología es conocida como P2G (power-to-gas), permitiendo que los excedentes de energía puedan ser almacenados en los gasoductos para ayudar a equilibrar el suministro y la demanda energética. Esta forma de almacenamiento de energía está considerada como una tecnología estratégica para la transformación del sistema energético alemán. http://goo.gl/ihCkgd Via @ERenovables
Y aquí tenemos una clave y un tópico; la clave es que se considera el sistema energético como estratégico a nivel país y el tópico es que es en Alemania.
Y es que si un gobierno considera la energía un valor clave, estratégico y de futuro se dan este tipo de iniciativas. Por el contrario cuando un gobierno se vende a los grandes lobbies energéticos mueren todos los planes de futuro en pro de la mejora de las cuentas de resultados de las grandes compañías, eso es acabando con las energías renovables, dificultando el autoconsumo o imponiendo peajes para los pequeños productores de energía.
Cuando un gobierno no es capaz de reconducir las políticas energéticas permitiendo menor dependencia de otros países, facilitar menores costes para los consumidores y permitiendo aumentar los umbrales de competitividad (los mayores costes para empresas son los laborales y energéticos), entonces sólo tiene un objetivo; que sus grandes monopolios energéticos, esos grandes lobbies de poder, estén siempre contentos y a la vez consigan aumentar sus beneficios incluso en circunstancias económicamente tan adversas para todos los demás.
Estoy convencido que será mejor aprender alemán que esperar que en España se llegue a gobernar con más sentido común.